No, eso no me lo ha dicho ninguna de mis hijas, pero, estaría bien que aplicaran algunos principios básicos de la Archivistica en su vida diaria, en ello estamos, la verdad. Esta entrada viene inspirada por un correo de una madre archivera que necesitaba explicar a niños y niñas del cole su profesión… El día del protagonista ¡ése invento!…. Y pidió ayuda en el foro Arxiforum (si eres profesional de archivos y no estás suscrito/a, te estas perdiendo toda la actualidad, en serio, puedes hacerlo aquí). Ha recibido la interesante respuesta del Archivo Histórico Provincial de Alicante Con un cuento para niños donde explican el origen de nuestra profesión, que con este cuento, parece que estamos emparentados con El Cid, pero, todo sea por la visibilidad a archivera y que no nos miren raro cuando explicas a qué te dedicas. Un cuento de Reyes y Papeles (no dejéis de consultar su página de recursos, la he descubierto y es super inspiradora: Aula didáctica del AHPA)
Pero es verdad que todos los días en nuestras rutinas hacemos y decimos cosas que son muy de archivos y que obviamos inconscientemente, o si no, pensad en aspectos como el orden del cuarto de los juguetes o lo que hacéis cuando se acumulan las facturas del teléfono o la luz (cada vez más altas y que por ese motivo decidimos guardar para poder reclamar con los papeles como testigos). Y el cambio de armario con las estaciones, sí, llamadme friki pero todo estos planteamientos se pueden gestionar de una forma muy eficaz aplicando los principios básicos de la Archivística.
A continuación, no voy a sentar cátedra, simplemente os pongo ejemplos:
El principio de procedencia o “deja eso en su sitio“
Es una premisa que si respetamos en lo más cotidiano, nunca más perderemos las llaves, y siempre encontraremos el paraguas, porque siempre lo dejaremos en su lugar de procedencia, llámese a si, el cajón de las llaves o paragüero, seguro que muchas y muchos de los que estáis leyendo encontráis ese lugar de procedencia desea cosa que tiene vida propia.
Respeto al orden original o«deja eso tal y como te lo has encontrado”
Se nota mucho, he vuelto a poner el símil con las pequeñas de la casa, que cuando entran a jugar les advertimos que al finalizar lo dejen todo como estaba (al menos cuando vamos de visita, en casa del herrero ya se sabe, (iba a seguir con los ejemplos, pero mi orgullo profesional me lo impide)
Con estas premisas es más fácil recordar y ubicar objetos de cualquier naturaleza, palabra de archivera. Al fin y al cabo en nuestra profesión nos dedicamos a conservar la documentación para que ésta y su información sea accesible y perdure en el tiempo, como nuestras llaves, que las necesitamos siempre y los juguetes cuando somos mayores nos encantaría haberlos cuidado más.
¿Alguna recomendación archivera para no archiveros?